Mitos y realidades entorno a la figura de Cristobal Colón
Cristóbal Colón es posiblemente la figura histórica más famosa en los países de las Américas. Pero esto no quiere decir que lo que generalmente se sabe sobre Colón es verdadero. En realidad, mucha de la información es simplemente una repetición de mitos aceptados por cinco siglos.
Uno de los mitos más populares sobre Colón es que él fue el primero en decir que el mundo es redondo. La verdad es que ésta era una idea generalmente aceptada en la época de Colón. Los matemáticos de la Grecia antigua fueron los primeros en llegar a esta conclusión, y también calcularon con bastante precisión el tamaño del mundo.
Según otro mito, Colón era un navegante brillante. Es más correcto decir que era muy buen marinero, y que conocía los vientos y las corrientes del mar bastante bien. Pero Colón calculaba las distancias
horriblemente mal. Pensaba que la Tierra era mucho más pequeña de lo que es. Por eso murió convencido de que en sus cuatro viajes exploró partes de Asia, y no tierras previamente desconocidas. En su primer viaje, cuando llegó a tierra el 12 de octubre de 1492, pensó que estaba en la India, y por
eso llamó “indios” a la gente que encontró allí.
Otro mito sobre Colón es que fue un gobernador justo y bueno. Según este mito, si Colón hizo cosas que hoy día nosotros consideramos brutales, hay que ver estos actos en el contexto de lo que hacía la gente en esa época. Pero en realidad, muchos de los contemporáneos de Colón lo criticaron severamente cuando vieron cómo trataba a la gente bajo su control. Él y sus hermanos torturaban y ejecutaban a sus hombres si no seguían sus órdenes.
Tomaban a los indígenas como esclavos para construir sus colonias y para buscar oro. Los indígenas en la Española fueron tratados tan brutalmente que pronto murieron.
Cuando Colón llegó a la isla por primera vez, había 250.000 indígenas. Dos años más tarde, quedaban 125.000.
Cuando Colón llegó a la isla por primera vez, había 250.000 indígenas. Dos años más tarde, quedaban 125.000.
Otro mito muy popular sobre Colón es que murió pobre y en la desgracia. Al contrario, murió bastante rico, con dinero de sus minas americanas, y con sus títulos de Almirante y virrey.
No viajó a América antes de 1492. Esta es una teoría muy compartida, debido a las muchas pruebas de la presencia europea en este continente. Pero todas las exploraciones por vikingos y balleneros vascos se habían efectuado en el norte del continente. Colón viajó al centro del continente.
El inexistente huevo de Colón. Es famosa la leyenda: el futuro almirante "demostró" que la tierra era redonda como un huevo para convencer a los reyes de que no era plana y que podía alcanzar el otro extremo navegando en dirección del sol poniente, u oeste. Aparte de que eso nunca ocurrió, nadie argumentaba con Colón que la tierra era plana, si no su tamaño. El navegador estaba convencido de que la tierra era un 70 por ciento del tamaño verdadero, por lo cual Japón estaba más cerca. Si no se hubiera topado con América por accidente, se hubiera ahogado.
Se vendió caro. Colón comenzó a flotar sus planes de viaje a Japón (o Cipango como se decía en ese entonces) en 1485. Siete años más tarde, con unas condiciones altísimas, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón le concedieron el financiamiento, nombrándole Almirante de la Mar Océana. Su hijo dijo después que le entregaron tantos privilegios porque los reyes en el fondo no creían que regresaría vivo. Por otra parte, tampoco querían jugársela y durante muchos años le tuvieron asalariado para que no se llevara la idea a otra potencia.
A toda vela sin los presos. Otra leyenda es que las tres carabelas, la Pinta, la Niña y la Santa María, fueron tripuladas por presos a falta de marineros. Aunque ese fue el temor de Colón, al final los tripulantes fueron todos avezados lobos de mar.
Los hermanos Pinzones eran unos...magnates. Y bastante ricos. Martín Alonso Pinzón aportó mucho dinero a la expedición, y como era propietario de la Pinta y de la Niña, era el capitán de ésta, mientras que su hermano Francisco dirigía la Niña. Las sugerencias de cambio de rumbo de Martín Alonso el 5 de octubre causaron que se encontrara tierra. Los Pinzones partieron por su cuenta y regresaron a España antes que Colón.
Una cosa es ver tierra, pero otra la recompensa. A las 2 de la madrugada del 12 de octubre de 1492, el vigía Rodrigo de Triana (Juan Rodrigo Bermejo) gritó el famoso "Tierra a la vista" al divisar la isla de Guanahaní (que sería bautizada San Salvador y luego Watling por los colonizadores ingleses de las Bahamas). El grumete se las hacía felices soñando con la jugosa recompensa prometida al primero en divisar tierra: mil maravedíes. Pero el Almirante dijo que había visto luces antes, y se quedó con el dinero. Rodrigo de Triana hizo numerosos viajes más (llegó hasta las distantes Islas Molucas en 1525) y acabó convirtiéndose al Islam en el norte de África, donde murió.
El esclavizador. Durante su segundo viaje al continente en 1493, Colón no tuvo reparo en recomendar a los reyes que se privara de libertad a los indígenas: "creemos que serán mejores que otros ningunos esclavos". Los reyes no le contestaron, pero al almirante le pareció buena idea y sus capataces la pusieron en práctica.
El apresador apresado. Debido al maltrato de los indígenas, Colón fue mandado encarcelar en Santo Domingo en 1500 y regresó a España en cadenas. Pero la reina Isabel todavía guardaba simpatía al explorador y lo liberó.
El viaje fracasado. El cuarto y último viaje de Colón al Nuevo Mundo fue todo un desastre. Aquejado de gota y malaria, sus barcos encallaron en la isla de Jamaica, donde en situaciones casi desesperantes pasó un año antes de ser rescatado en 1504.
El fin de su vida. En 1504 decidió volver a España para reclamar los privilegios que le habían prometido los reyes. Pero ese mismo año se murió su protectora, Isabel, y el almirante fue despreciado. Colón falleció en un convento de en la ciudad de Valladolid, en España. Tenía 55 años, pero debido a los rigores de sus viajes y a una artritis casi paralizadora, aparentaba muchos más.
La penúltima exploración. Colón fue enterrado en Valladolid, donde murió. Antes de recibir sepultura, sus restos fueron descarnados (que es la práctica que implica la palabra: la carne fue apartada de sus huesos y descartada). Pero sus hijos pidieron trasladar su cuerpo a Sevilla, donde fue reenterrado. Casi 40 años después, su hijo Diego insistió en sepultado en la Catedral de Santo Domingo. Pero al entregarse esa isla a los franceses en 1795, los españoles llevaron el cuerpo a La Habana. De ahí fue exhumado en 1898, para acabar en su sepultura final en la Catedral de Sevilla.
¿Quién pintó el cuadro? El retrato que ilustra este artículo es uno de los más famosos del navegador, e inspiró hasta billetes. Pero al parecer no pertenece al estilo de Sebastiano del Piombo, quien lo pintó en 1519. También es el único retrato del almirante con tricornio. La inscripción que afirma que es Colón fue añadida a la obra años después, y algunos piensan que la firma de Del Piombo fue falsificada. Aún así, como la vida misma de Colón, la leyenda es más interesante que la realidad. La obra cuelga en el Museo Metropolitano de Nueva York.
El Almirante no descansa. Pero en 1877 se encontró una caja en la catedral de Santo Domingo con el nombre de Colón. Desde entonces ambos países reclaman tener la sepultura del Almirante. República Dominicana construyó un gigantesco mausoleo llamado Faro a Colón, que según algunos exagerados costó millones de dólares. Las pruebas de ADN dan la razón preliminar a ambos reclamos. Parece que ni en la muerte Colón se decide por un continente.
Con respecto a su Muerte. Cristóbal Colón tuvo el síndrome de Reiter, una clase de artritis, y no gota como se creyó en su día, dijo el médico y profesor de la Universidad de Granada Antonio Rodríguez Cuartero, quien cree que el almirante murió por un posible fallo cardíaco y siendo un desconocido para sus coetáneos.
Cinco siglos después de su muerte, la figura de Colón esconde varios misterios, por lo que Rodríguez Cuartero ha estudiado y analizado todas las pruebas sobre sus enfermedades para esclarecer al menos este aspecto de la vida del descubridor de América.
Este experto, que ha publicado diversos artículos sobre las enfermedades de varios personajes de la historia española, dijo que, pese a que los primeros años de vida del almirante son un enigma porque su familia se encargó de borrar todas las huellas, su vida patológica se conoce gracias a su diario y a los escritos de su hijo Hernando y del padre Bartolomé de Las Casas.
"A través de estos escritos podemos recomponer la historia clínica de Colón casi completa, pero hay que saber interpretarlos para no equivocarse" , añadió.
Rodríguez Cuartero sostiene que el navegante no pudo tener gota -patología que se menciona con frecuencia en dichos textos-, por los antecedentes familiares y síntomas que presentó.
Este médico basa su tesis en las primeras referencias que se tienen de las enfermedades de Colón, que datan de 1476, cuando el almirante tenía 25 años y comenzó a sufrir un dolor articular y hemorragias oculares, que los médicos de entonces atribuyeron a ataques gotosos, originados por depósitos de ácido úrico en las articulaciones.
Pero, Rodríguez Cuartero dice que Colón no era "gran comilón, ni gordo, ni sus descendientes tuvieron esta patología" , características de los enfermos de gota, por lo que los síntomas que presentaba se debían a que padecía el síndrome de Reiter.
Éste es un tipo de artritis que afecta principalmente a los varones jóvenes de entre 20 y 40 años y que se produce como reacción a una infección desarrollada en alguna parte del cuerpo.
La mayoría de las infecciones que producen la enfermedad se originan en el aparato genitourinario y se contagian por transmisión sexual, aunque Rodríguez Cuartero aseguró que en el caso de Colón se trató de una infección gastrointestinal.
Según el médico, al contrario que su tripulación, Colón "no fue un mujeriego y guardaba la jerarquía" cuando escogía a una mujer, motivo por el cual Rodríguez Cuartero cree que "no pudo contagiarse de ninguna enfermedad sexual"
"Los hijos describen que Colón estuvo tullido durante muchos meses y, además, tenía hemorragias oculares. No dicen nada de la uretritis que es el tercer síntoma, pero era muy frecuente entre los españoles por aquella época, por lo que es casi seguro que padeciera dicha enfermedad" , indicó el médico granadino.
Otras enfermedades como la sífilis, malaria, tifus, artritis reumatoide o escorbuto, típicas durante los siglos XV y XVI, no afectaron a Cristóbal Colón, según este experto.
Al igual que su origen, los últimos años de Colón siguen siendo un misterio. Sólo se sabe que llegó a España encadenado por orden de Fernando el Católico y que hasta su muerte estuvo "muy enfermo y pasó estrecheces económicas" al negarse a aceptar el cambio de los privilegios de las Capitulaciones del Descubrimiento por el dominio de Carrión de los Condes, propuesto por el rey.
"El gran Almirante murió enfermo, sin dinero ni para comer, decepcionado y en el más completo anonimato" , afirmó Rodríguez Cuartero.
Añade que Colón no pudo padecer "enfermedades de viejo ni respiratorias, pues no fumó nunca" , por lo cual la causa de su muerte "pudo ser un posible fallo cardíaco, provocado por un decaimiento orgánico".
La mayoría de historiadores coincide en que los restos de Colón, que murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, fueron enterrados siguiendo su deseo en la Isla de La Española, actual República Dominicana.
Y añaden que tras más de dos siglos reposando en Santo Domingo, en 1795 y tras la cesión de la isla a Francia por el tratado de paz de Basilea, España rescató los restos del almirante y se los llevó primero a La Habana y luego a la ciudad española de Sevilla.
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